lunes, 16 de septiembre de 2013

Templo porteño cambia de religión... ¿y ahora qué habemus?

Con la muerte de su propietaria, Ernestina de Lectoure, el mítico estadio Luna Park de Buenos Aires pasó a manos de la Iglesia Católica, según determina el testamento de la fallecida.
El porteño escenario que nació en 1950 para albergar el mundial de básquet de ese año pero que luego se consagró como escenario del boxeo local por antonomasia para convertirse en su última etapa en centro de espectáculos musicales es ahora objeto de la incógnita en el marco de la Franciscomanía: ¿se vienen las misas multitudinarias en la esquina de Corrientes y Bouchart?
Mientras la opinión pública se sumerge en la incertidumbre sobre el futuro del estadio, Volumen III recuerda con triste nostalgia las noches de rock y tortazos que albergaron esas cuatro paredes y teme lo peor, pero igual comparte una melodía que combina esas dos pasiones en homenaje al viejo Luna.




 


No hay comentarios:

Publicar un comentario