El rock es el camino, estimados lecto-oyentes de este espacio.
Y el rock, aunque muchas veces lo ignoremos, es mucho más que un tónico polifónico, mucho más que un grito bien dado, mucho más que una guitarra distorsionada estallando contra el suelo.
El rock es también una estética.
Conciente de esa barbaridad, el Violinista del Titanic rompió el cerdito y puso todos sus ahorros al servicio del placer de vuestros ojos, como podrán apreciar.
Para celebrar la inversión se hizo traer desde el propio infierno la voluntad del gran Norberto Napolitano, que ha tenido el tino de venir con un ejemplar de su gran obra maestra, el disco Pappo's Blues Volumen III, inspirador absoluto de este foro ya no tan humilde.
La canción, amigos, es Sucio y desprolijo.
¡Romped la puerta a cabezazos!
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